Recorriendo caminos, hacemos una parada junto a la vieja iglesia , y durante un momento cierro los ojos, y pienso en la profunda huella que el románico ha dejado en nuestra tierra. Al abrirlos de nuevo él está allí contemplando los símbolos de la violencia unida a la lujuria, tomados de la mitología clásica, presentes en la fachada de este viejo templo.
domingo, 14 de noviembre de 2010
DE REGRESO AL PASADO
Recorriendo caminos, hacemos una parada junto a la vieja iglesia , y durante un momento cierro los ojos, y pienso en la profunda huella que el románico ha dejado en nuestra tierra. Al abrirlos de nuevo él está allí contemplando los símbolos de la violencia unida a la lujuria, tomados de la mitología clásica, presentes en la fachada de este viejo templo.
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Hola Chus
ResponderEliminarMe gusta mucho el románico por la sencillez de sus formas.
¡Bonita entrada!
Un abrazo
Elsa